BRIGADAS PUENTE SUR, Adriana Hernández entrevista a Ahmed Mulay sobre la situación actual de la Nación Saharaui, el Frente Polisario y el concierto internacional.
Acá para Radio del Sur, MIÉRCOLES 31 DE MARZO DE 2010, 08h30 HORAS MEXICANAS
La República Árabe Saharaui Democrática, única hispanohablante en el mundo árabe, busca que la comunidad internacional presione a las Naciones Unidas y a Marruecos para lograr la paz
Si el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no resuelve en los próximos dos o tres años el conflicto que, desde hace tres décadas, sostiene la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) con Marruecos, el pueblo saharaui regresará a las armas para defender su libertad y su soberanía, advirtió Ahmed Mulay-Ali Hamadi, embajador de ese país en México.
Durante el diálogo que sostuvo con estudiantes y académicos de la Unidad de Humanidades, el embajador saharaui reiteró la disposición que el único país árabe hispanohablante ha mostrado para dialogar con Marruecos y terminar con un conflicto bélico que data de 1975. Sin embargo, luego de que en 1999 falleció Hassan II, rey de Marruecos, su hijo Mohammed VI se negó a cumplir los acuerdos firmados por su padre e, incluso, llegó a desairar una convocatoria sudafricana para arreglar el conflicto.
De acuerdo con Mulay-Ali Hamadi, la policía marroquí acosa continuamente a los ciudadanos saharaui que viven tras el muro que Hassan II construyó en la frontera norte del país con el pretexto de aislar a los combatientes árabes, a tal extremo que ha llegado a saquear sus casas, por lo que el clima en la región se torna cada vez más tenso mientras “al pueblo árabe se le acaba la paciencia”.
Ahmed Mulay-Ali Hamadi. Explicó que los saharauis buscan que la comunidad internacional presione a la ONU y a Marruecos para lograr la paz en la región occidental del Sahara. Dijo que 70 países del mundo, México entre ellos, han reconocido la independencia saharaui y muchos de ellos han abierto embajadas en sus territorios.
Sin embargo, con un español de acento ibérico, Mulay-Ali Hamadi externó: “Hemos demostrado al mundo y a la historia que podemos conseguir nuestros objetivos mediante el uso de las armas”, en referencia a las invasiones de España, Portugal, Francia, Mauritania y Marruecos a su territorio, las cuales han sido repelidas invariablemente por el pueblo saharaui. “Muchos no conocen la diferencia entre un soldado y un combatiente”.
La RASD es un país del África Occidental con una superficie de 286 mil kilómetros cuadrados, limítrofe al norte con Marruecos y al sur con Mauritania, de un millón de habitantes, un litoral de cerca de mil kilómetros, recursos naturales como fosfatos, petróleo, gas y probablemente uranio, cuyas lenguas oficiales son el español y un árabe que, de acuerdo con la revista Ariadna (octubre de 2004), “no admite en sus acepciones giros extranjeros o vocabularios de insultos, factor que define el alto grado de educación del saharaui”.
Según la semblanza histórica del embajador, Saharaui fue colonizada por España a finales del siglo XIX y logró su independencia en 1975 tras derrotar a la milicia del general Francisco Franco. En 1970, los saharaui demandaron a Franco su independencia por la vía pacífica y éste contestó con la masacre del 17 de junio. En 1973 se creó el Frente Popular de Saguía el Hamra y Río de Oro, conocido por su acrónimo Polisario, influido por los ideales libertarios que recorrieron al mundo a partir de 1968, y con camellos y algunos viejos fusiles fueron batiendo a los españoles en diferentes frentes hasta que al fin Francisco Franco concedió la independencia saharaui.
Sin embargo, Francia consideró a Saharaui como un intruso árabe hispanohablante muy cercano a los territorios de Mauritania y Marruecos, colonizados por los galos, por lo que armó y apoyó a estos dos países para hacer frente a los beduinos saharaui, quienes se sintieron traicionados por sus vecinos y se enfrentaron a una guerra desigual.
Tanto Marruecos como Mauritania hostilizaron militarmente a la naciente república y, aunque los mauritanos fueron derrotados, el reino de Marruecos no cedió y levantó un muro en su frontera con Saharaui, de manera que muchas familias quedaron atrapadas en territorio ocupado por los marroquíes y otras tantas divididas, como la del propio embajador, quien lleva 30 años separado de la suya. Ahora con un muro como frente enemigo, los saharaui tuvieron que modificar su táctica de guerrillas y se valieron de camellos para despistar los radares marroquíes.
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